De las pistas de carreras a las calles. Harley-Davidson siente una verdadera pasión por las prestaciones, una pasión que tiene su origen en décadas de competición y de victorias. Por eso, cuando la Motor Company se decidió a fabricar un motor de gran potencia y refrigeración líquida, empezó por el de la VR1000 de superbikes. Sus prestaciones están inspiradas en el más puro estilo americano: grande, potente y cargado de par. El motor Revolution® es el corazón de una máquina que atrae a una casta de pilotos fascinados por el ADN y la mística de Harley-Davidson, y por la potencia de una moto de calle de altas prestaciones.
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