domingo, 17 de noviembre de 2013

Gama Triumph Modern Classics 2014, tres modelos actuales con el encanto que tuvieron en los años cincuenta

En 2014, la marca británica cumplirá 112 años desde que lanzara su primera motocicleta en Coventry, una monocilíndrica de 240cc y 2,5 CV, en 1902. En su gama actual hay una serie de motos que denominan modern classics, atractivas y con mucho encanto, réplicas casi exactas de sus modelos más emblemáticos de los cincuenta y sesenta. La Bonneville T-100 es una moto clásica de turismo; la Scrambler, una trail mixta al estilo años cincuenta, y la Thruxton, una cafe racer, que es como los ingleses denominan a sus clásicas deportivas.

La filial de la marca británica en España ha dado a conocer las ligeras variaciones de estos modelos legendarios. Al ser casi calcados a sus antepasados, aunque fabricadas con medios y materiales actuales, no son muy diferentes de un año a otro. Técnicamente, en 2008 se pasó de la carburación a la inyección por cuestiones medioambientales, pero su sistema de inyección se hizo de forma que pareciera que siguen siendo dos carburadores. En estos modelos 2014 se aprecian algunos detalles de terminación y, como es costumbre, un esmerado cuidado en su decoración con colores y pintura al más puro estilo vintage.

Las modern classics siguen manteniendo vivo el espíritu de antaño, salvaguardando su leyenda forjada por la calidad de sus productos. En Triumph están muy orgullosos por la buena acogida y estrecha relación que han mantenido con estrellas de cine y personajes del mundo de la música y el arte. Quizá su principal icono sea el actor Steve McQueen, reconocido piloto y fiel usuario de la marca inglesa, con la que llegó a participar en los Seis Días de Enduro en Alemania del Este en 1964 con su propia Trophy TR6. La misma moto con la que rodó escenas de la película La gran evasión.

Estas tres motos utilizan la misma base mecánica. El motor es un bicilíndrico paralelo, refrigerado por aire, que conserva fielmente su aspecto externo. Cubica 865cc, el cambio de marchas es de cinco velocidades y va unido a un embrague de discos múltiples bañados en aceite, con la transmisión final por cadena. Su diseño y disposición han variado poco, pero los materiales son del siglo XXI.


En cuanto a su funcionamiento, conserva integro su carácter, pero es suave de tacto y vigoroso al abrir el gas. Vibra muy poco, gasta la mitad que sus ancestrales progenitores y rinde un 50% más de potencia, 68 CV. Además tiene fama de ser muy robusta y de escaso mantenimiento.
Por su facilidad de conducción y polivalencia, hay un amplio espectro de usuarios a los que recomendarlas. Pero van especialmente dirigidas a los aficionados que aprecian lo que es una moto de verdad en estado puro.













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